La princesa Solitaria

Solitaria era la primogénita del rey Sabio. Éste tuvo otras hijas a las que llamó: Justicia, Solidaridad, Creatividad, Honestidad, Armonía y Alegría. A Solitaria le estuvo extraño que su padre la llamara con un nombre muy distinto a los de sus otras hermanas.

El tiempo pasó. Solitaria creció acompañada de sus hermanas hasta que algo cambió la vida de todas: el rey Sabio murió. Solitaria se convirtió entonces en la heredera. Sin embargo, alentada por una amiga extranjera que se llamaba Envidia, sitió recelo por sus demás hermanas. Envidia hizo que Solitaria comenzara a tener ira en su corazón y que buscara la manera de alejar a sus demás hermanas para que no le usurparan el trono.

Como Justicia era totalmente ciega la hizo llegar con engaño a un precipicio y la empujó. Como Solidaridad era tan compasiva la envió a un lugar muy lejano en medio de gente pobre. Como Creatividad era tan única, le desterró en una isla perdida en el mar. Como Honestidad era tan vertical la envió en un viaje sin regreso a la luna. Como Armonía se llevaba tan bien con todos la metió de monja en un convento de clausura. Como Alegría siempre estaba tan contenta, la puso al frente de una orquesta y le encargó una gira por el mundo entero.

Solitaria se quedó profundamente como bien su nombre lo dice: solitaria. Sin Justicia, sin Solidaridad, sin Creatividad, sin Honestidad, sin Armonía y sin Alegría, se convirtió en la peor reina de todos los pueblos de la región. /p>

Así mismo puede pudiera pasar con nosotros: nuestras vidas sin Justicia y sin Solidaridad se vuelven egoístas y déspotas, sin Creatividad se vuelven aburridas y estancadas, sin Honestidad se vuelven faltas de quien confié en nosotros, sin Armonía se vuelven insoportables y sin Alegría se vuelven tristes y amargas. Por eso algunos llevan vidas solitarias.

Redactado el 10 de enero de 2013.

Autor:  P. Jorge Santiago cartagena, SDB